El movimiento Fluxus, impulsado por el artista George Maciunas, ayudó a cambiar radicalmente las nociones de lo que es el arte contemporáneo. Sus piezas informales, espontáneas y a menudo efímeras no solo fueron difíciles de recopilar y codificar; a veces también eran difíciles de reconocerlas como arte. Con el tiempo, los museos y galerías eventualmente atraparon y absorbieron su trabajo. Con Maciunas como su fundador y coordinador central, Fluxus duró desde 1962 hasta la muerte prematura del artista en 1978. Como un verdadero polímata, el estadounidense de origen lituano estudió arquitectura, historia del arte, diseño gráfico y musicología. Este formidable bagaje educativo y su visión utópica formaron todo su trabajo, y no solo el movimiento en sí. En poco más de un año, la revista, con él mismo como editor en jefe, fue publicada de forma trimestral Maciunas planeaba incluir ensayos sobre música electrónica, anarquismo, cine experimental, nihilismo, sucesos, letrismo, poe...